Por lo que hoy quisimos compartir con ustedes algunos consejos que puedes utilizar, para empezar tu selección de arte. 

Piensa que vas a convivir con esa pieza mucho tiempo -quizás, toda tu vida-, así que si te gusta, ya has acertado. El gusto es algo que se entrena: investiga más allá de las tendencias, descubre qué te gusta y qué no. Esto sólo se logra viendo tantas obras como sea posible. Hay muchos factores que debe tener en cuenta: uno de ellos, sin duda, es el gusto personal. Ninguna opción es mejor que otra. Simplemente el mercado del arte es muy amplio y abarca todos los gustos. 

Estudia los movimientos y la trayectoria de los artistas que te interesan, visita expos en galerías y museos, lee blogs y noticias de arte, navega por Internet y busca lo que te gusta. Acude a ferias de arte, charla con otros coleccionistas y con expertos. Si te has planteado formar una colección seguramente estés ya al día de lo que se cuece en el mundo del arte, pero sigue adelante. Y no solo respecto al mercado. Aprende sobre técnicas, géneros, formatos… Educa tu mirada. Eso ya te enriquece.

No se necesita ser millonario para estar rodeado de cosas lindas. Empieza poco a poco, conformar una colección lleva tiempo. Es conveniente empezar con obras de pequeño tamaño o de técnicas que resultan mas económicas por ser seriadas, como fotografías y grabados. Cuando se va perfilando el motivo de compra, ya sea para coleccionar o para invertir en el arte, es importante saber el capital real con el que cuenta. Los artistas más jóvenes y los no consagrados ofrecerán precios más asequibles que los reconocidos internacionalmente. También las obras de los artistas emergentes son las que se pueden revalorizar más (usualmente los encuentras en las escuelas de arte). De la misma forma, las obras de gran formato y únicas serán más caras que las obras seriadas y de menores proporciones. Otros espacios donde puedes encontrar piezas interesantes es en las tiendas de antigüedades, mercados y establecimientos de consignación o cuando estas de viaje. Tanto para comprar, como para vender es importante contar con asesoría de un experto.

Valora su currículum y trayectoria, sus exposiciones, premios, si otros coleccionistas se han interesado por él… pero también su discurso, si te es posible establecer una relación emocional con su propuesta. Apostar por un artista no consagrado puede ser muy satisfactorio. Apoyar la creación artística de su época aporta ese plus de compromiso que caracteriza a los buenos coleccionistas. Puede pasar que un artista joven venda su primera serie en 2 mil dólares y al cabo de un año ya está cotizada en 120 mil. Por eso es importante hacer un seguimiento de cómo se desenvuelve su trabajo en las subastas, galerías y ferias. Lo más importante al adquirir una obra de un artista reconocido es verificar su autenticidad. Esa información se obtiene en la galería, con el comprador y las personas involucradas en la operación. Si bien es una decisión del coleccionista, se recomienda no comprar una obra sólo porque está en tendencia. 

El arte es para disfrute, así que lo ideal es convivir con las piezas adquiridas. Coleccionar no es solo invertir en arte, también es invertir en ti, en tu desarrollo personal. Si conectas con una obra es muy difícil que te equivoques. El mayor error que puedes cometer es comprar algo que no te encante. Colecciona con coherencia, sigue un mismo movimiento, una técnica, una zona geográfica, un grupo de artistas, una época. Es muy difícil lograr una colección relevante teniendo un exceso de diversidad. Las colecciones tienen que tener una lógica interna además de estar sujetas a los gustos del coleccionista. El objetivo es conseguir que tu colección tenga una identidad propia. Estas pueden ser: esculturas, fotografías, sellos, libros, monedas, grabados, etc.

Es momento de empezar a seleccionar verdaderas obras de arte, ojo: cerciórate que sean auténticas y de origen legítimo.